El cuerpo de motoristas de la Guardia Civil ha cambiado bastante en las últimas dos décadas, pero, sigue requiriendo gran disciplina, gran preparación física y una correcta mentalidad. En la siguiente guía descubrirás por qué decimos esto, cómo se accede a la especialidad, qué funciones desempeñan, los retos y ventajas del día a día, y todo lo que necesitas saber para prepararte.
Motorista Guardia Civil
Ser motorista de la Guardia Civil es asumir una de las responsabilidades más exigentes y respetadas dentro del cuerpo: velar por la seguridad en las carreteras, estar presente en los momentos más críticos y, en muchas ocasiones, ser la primera cara que los ciudadanos encuentran cuando algo ocurre en la vía.
La imagen del motorista de la Guardia Civil siempre ha tenido un aura especial. Representa disciplina, compromiso y cercanía con la sociedad. A lo largo de la historia, sus motos han evolucionado para adaptarse a las nuevas necesidades de tráfico y seguridad, pero lo que nunca ha cambiado es la figura del agente que, a pesar de los riesgos, sale cada día a patrullar con la convicción de que su labor salva vidas.
Funciones principales
El trabajo de un motorista de la Guardia Civil combina prevención, control y asistencia, siempre con el objetivo de garantizar la seguridad vial y proteger a quienes circulan por nuestras carreteras. Explicado de forma más específica, sus funciones principales son:
Vigilancia y control del tráfico
Los motoristas son los ojos de la seguridad en carretera. Desde el cumplimiento de las normas de circulación hasta la detección de conductas de riesgo, su presencia reduce accidentes y mantiene un orden que, al final, salva vidas.
Intervención en situaciones de emergencia
Accidentes, atascos o condiciones climatológicas adversas… los motoristas suelen ser los primeros en llegar al lugar de los hechos. Su rapidez y capacidad de maniobra permiten dar una respuesta inmediata, atender a los implicados y coordinar la llegada de otros servicios.
Escoltas y acompañamientos especiales
No todo es vigilancia diaria. También forman parte de operativos de escolta a autoridades, transporte de mercancías sensibles o eventos de gran envergadura. En estas misiones, la precisión y la coordinación son fundamentales.
Apoyo en operaciones de seguridad ciudadana
La moto les permite acceder a lugares donde otros vehículos no llegan con la misma facilidad. Por eso, en determinadas circunstancias, colaboran en dispositivos policiales que van más allá del tráfico, reforzando la seguridad general.
Requisitos para ser motorista en la Guardia Civil

Este destino dentro de la Guardia Civil exige cumplir con una serie de requisitos que garantizan que estás preparado, tanto física como mentalmente, para afrontar los retos del día a día sobre dos ruedas.
- Pertenecer a la Guardia Civil: El primer paso es formar parte del cuerpo. Solo después de superar la oposición y la formación básica es posible aspirar a entrar en la Agrupación de Tráfico o (te recomendamos leer más sobre: guardia civi tráfico).
- Acceder a la especialidad: Dentro de Tráfico, es necesario solicitar plaza en el curso de motoristas que se imparte en la Escuela de Mérida. Cada año se convocan plazas limitadas, y solo quienes aprueban las pruebas pueden continuar su camino como motoristas.
- Superar las pruebas físicas y técnicas: El curso exige buena forma física, reflejos, equilibrio y un dominio absoluto de la moto. Las pruebas incluyen maniobras complejas, conducción en distintas condiciones y test de resistencia.
- Demostrar disciplina y capacidad de concentración: Más allá de la parte física, se valora la actitud. Un motorista de la Guardia Civil debe mantener la calma en situaciones críticas, tomar decisiones rápidas y demostrar siempre un alto nivel de responsabilidad.
Formación y curso
Como te decíamos, la formación para pasar a ser motorista en activo exige bastante, tanto a nivel físico como psicológico. Veámoslo mejor:
Dónde se imparte la formación
El curso de motoristas se lleva a cabo en la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil, ubicada en Mérida. Este centro es reconocido como una de las instituciones de referencia en Europa en materia de seguridad vial y formación de motoristas policiales.
Motos de la Guardia Civil: modelos y características
Las motos son, claramente, la herramienta principal de los motoristas de la Guardia Civil, y a lo largo de las décadas han cambiado al mismo ritmo que lo han hecho las carreteras y las necesidades del servicio:
Tipos de motos
En los primeros años, se utilizaron modelos como la BMW R27 o la Sanglas 400, más ligeras y adaptadas a una España con un tráfico mucho más reducido. Con el paso del tiempo, llegaron motos de mayor cilindrada y robustez, como las Yamaha XJ 650, las Moto Guzzi V65 o las BMW K75 RT. Hoy, el parque móvil se centra en grandes turismos de alta cilindrada, como la Yamaha FJR 1300A y la BMW R 1250 RT.
Características técnicas de las motos
Las actuales motos de la Guardia Civil poseen un motor potente, más de 1.200 cc y más de 135 CV, gran estabilidad en curvas, buena capacidad de aceleración y frenada, y la resistencia para soportar miles de kilómetros al año. Son vehículos pensados para recorrer todo tipo de vías, desde autovías a carreteras secundarias, manteniendo siempre un alto nivel de control y seguridad.
Equipamiento especial
Además de las prestaciones propias de cada modelo, las motos de la Guardia Civil incorporan equipamiento específico para el servicio policial: sirenas acústicas, luces prioritarias, maletas laterales y traseras para transportar material, defensas adicionales y parabrisas regulables para ofrecer mayor protección al motorista. En los nuevos modelos también se incluyen ayudas electrónicas, sistemas de navegación, conectividad y modos de conducción adaptados a distintas condiciones de la vía.
Proceso para acceder a la especialidad de motorista

Acceder a la especialidad de motorista dentro de la Guardia Civil no es un camino sencillo. Hay que pasar un proceso pensado para garantizar que solo los agentes mejor preparados lleguen a patrullar sobre dos ruedas.
Convocatorias y plazas disponibles
Cada año se convocan plazas limitadas para acceder al curso de motoristas en la Escuela de Tráfico de Mérida, centro de referencia en Europa en seguridad vial. Debido al alto nivel de exigencia, no siempre llegan a cubrirse en su totalidad.
Procedimiento de solicitud
Para poder optar a ellas, debes cumplir estos requisitos:
- Ser guardia civil en activo con al menos un año de servicio.
- Poseer el permiso de conducción A2 que habilita para motos de media y gran cilindrada.
- Una vez reunidas estas condiciones, hay que presentar solicitud en el concurso interno donde se valoran méritos como la antigüedad, el historial profesional y la formación previa.
Evaluaciones y exigencias
El proceso de selección incluye varias fases:
- Pruebas físicas guardia civil de resistencia, donde se mide la condición física y el equilibrio.
- Exámenes teóricos, centrados en normativa de tráfico y procedimientos de intervención.
- Prácticas de conducción, tanto en circuito como en carretera, para comprobar la destreza sobre la moto en situaciones reales.
- Evaluaciones médicas y examen psicotécnico guardia civil 2025, que confirman la capacidad de reacción, la disciplina y la concentración necesarias para un servicio de alto riesgo.
¿Cuánto cobra un motorista de la Guardia Civil?
Cuánto cobra un guardia civil es una de las grandes preguntas que se hacen quienes se plantean acceder a la especialidad de motorista. Y no es sorpresa teniendo en cuenta que hablamos de un destino con un nivel de exigencia y riesgo muy alto.
Como todos los guardia en activo dentro de la Guardia Civil, un motorista percibe un salario que combina el sueldo base, los complementos por destino en la Agrupación de Tráfico y otras retribuciones específicas ligadas a la peligrosidad y a las horas de servicio. En números aproximados, el sueldo puede situarse entre los 1.800 y los 2.200 € mensuales.
Ventajas y desafíos de ser motorista en la Guardia Civil
Si aún no tienes claro si quieres formar parte de este cuerpo o no, las siguientes listas de ventajas y desventajas quizás te ayuden:
Ventajas
- Formación de élite: Desde la conducción avanzada hasta la actuación en emergencias, los motoristas reciben una preparación integral que les convierte en profesionales altamente cualificados.
- Experiencia diversa: Cada día es distinto. Desde patrullas en carreteras rurales hasta escoltas de autoridades, la variedad de tareas permite aprender y crecer constantemente.
- Reconocimiento y prestigio: Ser motorista dentro de la Guardia Civil es sinónimo de especialización, disciplina y compromiso. Es un rol respetado tanto dentro del cuerpo como por la sociedad.
- Acceso a tecnología avanzada: Las motos actuales y los equipos de comunicación y seguridad están a la vanguardia, lo que facilita el trabajo y mejora la seguridad del agente.
Desafíos
- Riesgo constante: Conducir a diario en tráfico intenso y a alta velocidad implica un nivel de peligro elevado. Los accidentes, aunque se minimizan con formación y equipamiento, siguen siendo un riesgo real.
- Exigencia física y mental: El trabajo requiere estar en plena forma, mantener la concentración durante largas horas y poder reaccionar con rapidez ante cualquier imprevisto.
- Condiciones laborales duras: Cambios de clima, jornadas largas y exposición a situaciones de alta presión son parte del día a día de un motorista.
- Escasez de aspirantes: La combinación de exigencia y riesgo hace que muchas plazas queden sin cubrir, lo que genera presión adicional sobre quienes sí optan por la especialidad.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Es obligatorio tener experiencia previa en conducción de motos?
No es imprescindible, aunque sí recomendable. La formación de motoristas está diseñada para enseñar todas las técnicas necesarias, desde la conducción básica hasta maniobras avanzadas. Sin embargo, quienes ya tienen experiencia sobre dos ruedas suelen adaptarse más rápido y con mayor seguridad.
¿Es posible cambiar de especialidad después de ser motorista?
Sí, aunque no es habitual. La especialidad de motorista requiere una preparación específica, por lo que cambiar a otra área dentro del cuerpo implica cumplir con los requisitos de la nueva especialidad y realizar la formación correspondiente.
¿Qué motos utiliza actualmente la Guardia Civil?
Hoy en día, la Guardia Civil utiliza principalmente motos Yamaha FJR 1300A y BMW R 1250 RT. Próximamente, se incorporará la BMW R 1300 RT-P, con mejoras específicas para el servicio policial.
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Conclusión
En conclusión, ser motorista de la Guardia Civil es un desafío que combina emoción, responsabilidad y constante aprendizaje. Requiere esfuerzo, formación y pasión, pero ofrece reconocimiento, experiencia profesional única y la oportunidad de proteger vidas cada día. Si sueñas con ser motorista, planifica tu preparación, aprende de expertos y busca apoyo profesional.